LAS VIDAS CREADAS (creavit vitam).
(19-Enero-2023)
"La renuncia de la voluntad propia vale más que resucitar a los muertos."
San Ignacio de Loyola (1491-1556)
¿Cúan grande sería la sorpresa, al descubrir el común de los mortales, que la vida de un personaje clave en la historia es una auténtica farsa?
Con esta pregunta, a modo de ráfaga que fusila la realidad cognictiva de cualquier mente bien estructurada, comenzamos la siguiente investigación que se unirá de manera inevitable con la anterior. Y es normal, porque como decía el Marqués de Santillana, Íñigo López de Mendoza, en la primera
"¡Hola, me llamo Íñigo López de Loyola. tú traicionaste al Padre, prepárate a sufrir!". Parafraseando al espadachín español de una novela de fantasía y ñoña de los años setenta (aquel Íñigo Montoya), y viniendo de otro Íñigo
"Dondequiera que muere una dinastía, puedo ver que se levanta y se para tras ella una especie de genio malo, una de esas figuras sombrías que son los confesores, atrayéndola de forma gentil y paternal hacia la muerte". Esta visión narrada por el escritor decimonónico francés, Edgar Quinet, y conocido antijesuita, nos servirá para ponerle un marco ennegrecido a esta historia. Ya anduvimos arañando al "bueno" de San Ignacio en su devenir iniciático simbólico, tanto a nivel personal como al de su Compañía en un anterior trabajo, donde entre otros sucesos relatamos las confidencias del santo a su biógrafo, Luis Gonçalves de Camara, confesor del rey portugués Juan III en esas fechas. Ya enfermo en los ultimos meses fue cuando le transmitió de viva voz, sus ascéticas vivencias. Confesiones en la sombra. Revelaciones que sólo las confiará en su entorno más cercano. Pero eso llegará más adelante.
Al final de su vida, el primer general de la Compañía de Jesús, no se dejaba convencer de plasmar su imagen para la posteridad y el recuerdo sobre lienzos, rechazando incluso a los mejores pinceles de la época. Pero no; el otrora Íñigo, se mostraba receloso, tal vez hacia la idea de que le pudieran robar el alma a través del rostro. Igualito que los sioux, pero en versión guipuzcoana. Seguro que estarán pensando en que existen un montón de representaciones de la imagen y el rostro de Loyola en estatuas, pinturas y grabaciones contemporáneas del personaje que parecen partir del mismo modelo. Pues no, no en su vida. Incluso hubo una alteración en la fecha de una imagen en un grabado, que vendría a dar el traste con esa teoría, y que es más que suficiente para ponernos ojo avizor y dirigir la mirada hacia este suceso. Un supuesto retrato de perfil del santo, fechado en 1543, en el marco del cuadro, con el nombre de uno de los 7 hermanos fundadores de la Compañía, Nicolás de Bobadilla, que lo regaló a un miembro de la familia florentina Guicciardini. En realidad estaba inspirado en un grabado del pintor belga Johan Sadeler, de 1580, casi cuatro décadas después y que fue utilizada en la edición veneciana de 1587 de "La Vida de Ignacio de Loyola", escrita por Ribadeneira, y que conoceremos después.
¿Por qué un miembro de la Compañía alteraría la datación en una imagen impresa de su general? Sí, en efecto, lo hizo. Ese rostro que aparece en distintos formatos pertenece a la misma persona. Se trata
De ese "positivo" en cera, del rostro de Loyola, y de los primeros apuntes en el lecho de muerte del pintor Jacopino del Conte, se realizan los primeros trabajos para lograr el icono que sirva para el recuerdo y la adoración del fundador de una de las órdenes más importantes de la cristiandad. La creación de una "vera effigies" que sirviera como modelo. Ribadeneira, mandó corregir los desagradables rictus de la muerte al escultor Domingo Beltrán. Ya se iba logrando el vigor de la vitalidad en una imagen muerta. Buscaron a un joven pintor flamenco, que en ese momento cumplía tres requisitos necesarios que buscaban los jesuitas: era bueno, bonito y barato. Pedro Pablo Rubens, el cual realizó el grabado definitivo en 1609, con el que se difundió por todo el mundo la imagen del nuevo mesías del mundo cristiano.
¿Pero acaso resulta normal crear una imagen icónica de un rostro carente de vida? Veamos, en el "Fedón", de Platón, ya se explica que "el grado de semejanza con el que se dotaba a las imágenes funerarias y a los retratos tenía poca influencia sobre el recuerdo, pues este podría ser despertado por un simple objeto que la persona hubiera poseído". Quiere llegar a decir, en parte, que no sólo basta con propagar a la imagen para su veneración; sino de construir unos añadidos más
Pero ciñámonos a lo que nos acontece, la máscara mortuoria y su utilización. Según estudios del historiador del Arte, el alemán Hans Belting, el principal vínculo entre la máscara y el rostro es el
N
Si vamos a realizar un modelo de constructo en base al mito de Loyola y sus complementos deberíamos pensar en otro suceso parecido. Un personaje cuyos símbolos e iconos se hicieron a partir de una máscara mortuoria. ¿Qué tal el florentino universal Dante Alighieri (1265-1321)? Además nos resultará perfecto para enlazarlo con otros complementos históricos referidos a la Compañía de Jesús. Dante murió la noche del 13 al 14 de Septiembre de 1321. Giovanni Boccaccio no menciona ninguna máscara mortuoria en la biografía cinco décadas después. Sí la maneciona Guido Novel da Polenta, amigo suyo y quien le otorgó refugio en su exilio de Rávena, por lo que podemos darle credibilidad a la máscara elaborada tras la muerte del poeta florentino, pues no escatimó en honras para su entierro.
Surge un problema, cuando en estudios recientes, sitúan a la máscara exhibida en el Palazzo Vecchio de Florencia como una copia de una efigie sepulcral realizada por los escultores Pietro y Tullio Lombardo (padre e hijo). A mediados del siglo XVI fue donada a otro escultor Giamgologna, que se la entregaría más tarde al alumno que le sustituiría en el taller de escultura, y gran erudito Pietro Tacca. Desde 1911 se muestra en ese palacio. El fresco de Doménico di Michelino, de 1465, en la catedral Santa Maria del Fiore, con la figura de Dante de pie, frente a la colina del Purgatorio, la ciudad de Florencia detrás y el libro de "La Divina Comedia" en sus manos; es la primera donde se representa la corona de laurel que formará parte de la representación iconográfica de Dante. La copia de la máscara mortuoria parece del mismo tiempo. Luego la original realizada tras su muerte se perdió, supuestamente.
A buen seguro que su otra muerte, la iniciática, se produjo tras superar los círculos del Infierno y las terrazas del Purgatorio, para acceder al Paraiso terrenal y ver por fin a su amada Beatrice, el 13 de Abril de 1300, el día penúltimo de su viaje. El "13" queda señalado como fecha de muerte iniciática, y el "14", por tanto, de renacer o renacimiento. También ese día corresponde al número 103 del año (que se reduce en 13). Demasiadas coincidencias entre su muerte iniciática (ficcionada en el Viernes Santo del 1300) en su Divina Comedia y su fallecimiento real, que casi se sincroniza con la finalización de su obra magna. ¿Otro constructo? A mí no me caben más dudas en los bolsillos; saquemos y pongamos encima de la mesa, al menos, los añadidos posteriores que aumentaron el mito dantesco.
Sucede una cosa curiosa con la gran obra de Dante y la lengua utilizada para su composición. Pese a ser un toscano incipiente (preludio del italiano), veinte años después, la obra apenas era comprendida en la propia Florencia. Se cuenta que fue el consistorio municipal de la ciudad el que encomendó al poeta Boccaccio (nacido en 1313, en una localidad no concretada de la Toscana. por cierto), comentar la
Un ejemplo de ello lo daría la noble familia florentina Portinari, que se apropiaría de la figura de Beatrice, haciéndo de la "donna angelicata" del poeta, descendiente suya. Como ya comentamos en un trabajo anterior, esta idealización de mujer que presentó en su primera obra, "La Vita Nova", era de todo menos una mujer de carne y hueso. Sus descripciones la convierten en una figura inmaterial, diáfana y en un continuo literario. Al mismo Boccaccio, a su amante idealizada, su "Fiammeta (llamita)", la asocian a posteriori como hija natural del rey de Nápoles, Roberto de Anjou, en ese momento, y durante la estancia del poeta en ese territorio, al que llega de la mano de su padre a los 13 o 14 años al servicio de la familia de banqueros florentinos, los Bardi, estancia también, de 13 años y vuelta a Florencia a los 26 (13+13) o 27 (13+14). Esos mismos Bardi (¡oh, conjunciones del Universo!), a los que se atribuye haber contraído matrimonio con la mismísima Beatrice, amada "iluminosa" de Dante, a través de un tal Simone, banquero y miembro de esa estirpe, en 1287, tras 19 años de vida de esta noble moza, o un ciclo metónico lunar de 19 años. Compenetraciones astronómicas, será, como aquel ciclo metónico desdevel atentado fallido al Papa hasta la revelación oportuna de aquel importante secreto (cosas de constructos)
Adoradores a esa "donna angelicata" de la que están "enamorados". La posición oficial es que se oponían a la corrupción mundana de la Iglesia durante la Baja Edad Media. En contra, el descubrimiento de Gabriele Rossetti, poeta patriótico del Risorgimento italiano del siglo XIX, que encuentra muchas evidencias de una sociedad secreta que se hacen llamar los Fedeli d'Amore, amantes de esa Sabiduría Verdadera. Cuenta como esa "amada", esa "amante espiritual" les serviría para designar, de una manera secreta, a la secta a la que pertenecen, y a la que son "fieles". Utilizarían una jerga cifrada, con ciertos mensajes a través del lenguaje encriptado, alegorizando el AMOR y la iglesia, entre otros y, como ya vimos en su día. Algunos de estos mensajes-simbólicos apuntarían a conocimientos sobre movimientos astronómicos y posibles interpretaciones astrológicas, muy en boga entre esa suerte de "magos" que pululaban por las cortes reales y entornos de la élite; y que intentan, con más o menos tino, influenciar sobre los designios de los territorios, países y civilizaciones, inclusive.
Esa utilización de los números 13 y 14, por tanto, la podríamos encajar en ese juego de muerte y renacer que se traen con los dos astros más importantes del orbe celeste a nuestros ojos: el Sol y la Luna. Corresponderían a las 13 lunaciones que complementan un año solar y a los 14 días que lleva a la Luna a pasar del plenilunio (Luna Llena) o la "muerte", hasta el novilunio (Luna Nueva); el renacer del ciclo y viceversa. Es, a grandes rasgos, una argumentación simplificada de esa relación solar-lunar con la interpretación de los procesos iniciáticos de estas sociedades esotéricas. El fin sería dominar esas "influencias" sutiles que engloban más aspectos. En los cultos exotéricos, se nos muestran de manera velada, ejemplo de la cuál son las 14 estaciones del Via Crucis de Jesucristo, siendo la estación número 13 donde Jesús es descendido de la cruz muerto y el
Tanto Gabriele Rossetti, primero, como el filósofo y erudito especializado en Dante, Luigi Valli (1878-1931), en el primer tercio del siglo XX, apartan de esta sociedad secreta, motivos y corrientes relacionados con el catarismo, el posterior y pseudo-místico rosacrucismo y otras basurillas de corte teosófico. Los Fedeli d'Amore apuntan sobretodo a una hermandad. Al parecer, el único documento histórico para relacionarlos entre sí y del que han podido tirar del hilo presencial, a partir de lo que podemos discernir del simbolismo de sus textos, es una escueta mención en la "Crónica" de un florentino llamado Giovanni Vittani, datada de 1308, en la que se explica que " una noble corte vestida de blanco desfilaba detrás de un caballero llamado AMOR, durante la fiesta de San Juan (solsticio de verano) en Florencia en junio de 1283
¿Pero entonces Boccaccio pudo pertenecer a esta sociedad esotérica? Sin ninguna duda, lo afirmamos. El hecho de escribir la biografía de Dante lo hace a modo de presentación del posible maestro de los Fieles de AMOR, al menos el "visible", encriptando su mensaje y siendo el primero en promocionar un poeta contemporáneo con la técnica que se aplicaba para dar a conocer a los grandes escritores clásicos grecorromanos. Petrarca (1304-1374), otro gran poeta de su tiempo, fue miembro "oculto" de esta hermandad, hizo lo propio con la obra de Marco Tulio Cicerón. Giovanni Boccaccio (1313-1375) esbozó otra biografía de su maestro Petrarca, que fue poeta "laureado" por el Senado de Roma recibiendo la "corona de laurel" de este, otorgado a los grandes poetas clásicos. A su donna angelicata la llamó "Laura", y fue "emparentada" por las malas lenguas como descendiente del "libertino y disoluto" Marqués de Sade.
Pasemos a relacionar las estructuras de las obras más reconocidas de estos 3 representantes principales de la "hermandad":
--La "Divina Comedia" de Dante está compuesta por 100 cantos. 1 canto introductorio y 3 partes de 33 cantos cada una. Su métrica es creación del poeta ad hoc, la terza rima. Tercetos endecasílabos, sea, 3 versos de 11 sílabas, 33 sonidos en cada terceto que mueve una suerte de mensaje cabalístico hacia lo que parece un impulso mágico hacia esta obra magna, que simula una alegoría religioso-iniciática, casi a la manera de la vida, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. No, no es casual para nada esa métrica y estructura de la Divina Comedia. Muy parecida aquella mashaba de 33 granos o cuentas, con las que invocan
Tal viernes, como aquel 13 de Octubre de 1307, donde comenzó una persecución contra la Orden del Temple en Francia; reflejo en el siglo XX fue aquel "milagro del Sol", en 1917, en Fátima. Justo ese año se
"¡Os emplazo a los dos ante el Tribunal de Dios!... A tí, Clemente, antes de 40 días, y a tí, Felipe antes de un año..."
Ese truculento pontífice murió el 20 de Abril siguiente, tan sólo 33 días después (como aquel reinado de Juan Pablo I), y 6 años, 6 meses y 7 días de aquel "viernes 13". Al "Hermoso" monarca francés le llegó su hora 223 días después, tras un "accidente" de caza el 29 de Noviembre, un 11 del 11 velado (2+9=11 y siendo Noviembre el mes 11) de aquel movido año de 1314, un 13-14; como la noche del 13 y 14 de Septiembre en que murió el mismo Dante (se supone) 7 años después. Ya en su "Infierno", el florentino, auguró tanto a Bonifacio VIII, como a su sucesor, Clemente V, un lugar en la tercera fosa del Octavo Círculo, que junto a otro pontífice anterior, Nicolás II, son colgados cabeza abajo con eternas llamas en los pies, por sus pecados de simonía (tráfico de favores espirituales por bienes materiales).
Según contó Boccaccio, al morir de manera repentina Dante, dejó incompleta su obra para su publicación, a la que le faltaban los últimos cantos del paraíso. Habían desaparecido de su casa y sus hijos la buscaron durante meses. Cuando la esperanza parecía desaparecer, Dante se le manifestó en espíritu y vestido de blanco a su hijo Jacopo mientras este dormía. Le señaló el lugar donde podía encontrar esos últimos manuscritos de su obra magna, escondidos en la pared y maltrechos. ¿A qué no adivinan cuál era el número de cantos qué faltaban a la Divina Comedia? 13 cantos. Vino del más allá justo para revelar donde se encontraban los cantos desde el séptimo cielo o de Saturno, el de los Espíritus Contemplativos, hasta su regreso a la Tierra para testimonio de su viaje y consejo a la humanidad. Otro regreso desde otro mundo.
--El "Cancionero" de Petrarca se divide en 366 fragmentos, alusión a los días de un año bisiesto, en su mayoría compuesto por sonetos . Lo dedicó a su amada "Laura" (el áura, laurel, laureado) y alude a un comportamiento cíclico cada cuatro años en la relación (iniciática) entre ambos, que va desde el Viernes Santo de 1327 (6 de Abril) hasta el Viernes Santo de 1348 (también 6 de Abril), año en que según las crónicas la peste negra arrasó la ciudad de Florencia.
--El "Decamerón" de Boccaccio parte de esa misma fecha de 1348 en Florencia. Una analogía del "Hexamerón" (hexa, seis; hémera, día) de San Ambrosio que reformulaba en verso los 6 días de la Creación relatados en el Génesis. El Decamerón a 10 jornadas donde se relataban 100 historias (10 por 10 días y 100 como alusión a la perfección), simbolizando el número divino y contado por 7 mujeres, que representaban a las virtudes y 3 hombres, jóvenes todos ellos, en un periodo de 14 días (como de plenilunio a novilunio). Huyen de la muerte de la enfermedad apocalíptica para renacer en un mundo nuevo. Una creación. Una exaltación a la inteligencia y la sabiduría sin mediación sin que haya mención a la divinidad. Una de las 7 mujeres es la "Fiammeta" que conoció un 30 de marzo de 1331 (30-3-1331), en un Sábado Santo, remarcando el periodo entre la muerte y la resurrección, donde el Maestro, se "evaporó" de la Sábana Santa; y una fecha real para encriptar aquel 3 de Abril del 33 y su carácter histórico simbólico. Pensamos que esa "muerte negra" que diezmó a la población es utilizada por Boccaccio para intentar camuflar un cambio en el pensamiento de la sociedad
Los astrónomos han datado con precisión que el 3 de abril del año 33 en Palestina se avistó un eclipse parcial de luna entre las 17:45 horas y las 18:39. Este suceso acariciando al horizonte de Jerusalén pudo provocar ese fenómeno atmosférico que se conoce como "luna de sangre".
La máscara mortuoria de Dante, real o no, apareció siglo y medio después, a modo de impregnación del negativo, como alguien "manifestó" en la Sábana Santa, para empezar a divulgar la imagen icónica del gran poeta florentino. Una especie de veneración comenzó con esta imagen entorno a las grandes familias de la época. Hasta el punto de que el Papa León X, casi en el segundo centenario de su muerte, en 1519, ordenó la vuelta de sus restos mortales del lugar de su exilio, Rávena, a su ciudad de origen, Florencia. Los monjes franciscanos encargados de la custodia del cuerpo enviaron el ataúd vacío a su destino; la Iglesia de la Santa Cruz, donde hoy descansan las tumbas de Miguel Ángel, Maquiavelo o Galileo. ¿Un mensaje, tal vez? Un mensaje no lo sabemos, pero en 1865 Florencia volvió a reclamar los restos del poeta y se permitió abrir el sarcófago. Sólo quedaba polvo.Y que mejor manera de guardar las "raspaduras" que en 6 sobres. Uno de estos se regaló a la Biblioteca Central de Florencia. Hasta que se perdió en 1929. ¡Maldición! 70 años después, a un año del cambio de milenio, Dante, en polvo (como el cacao), volvió ser reliquia en su ciudad natal al encontrarse, por casualidad, el sobre perdido.
¿Pero qué insistencia tenía este Papa en llevar a Florencia los restos de Dante? Pues que ese pontífice era ni más ni menos que Giovanni Lorenzo de Médici, hijo del gran Lorenzo, el Magnífico. El mismo que junto a su abuelo, Cosme, el Viejo y su mano derecha y maestro, Ficino, o el poeta Landino y filósofos como Pico Della Mirandola, entre otros, adoraban a un busto de Platón, le coronaban con laurel, le encendían un fueguito y hacían sus cosas... literarias y filosóficas, según cuentan, en la Academia Platónica fundada por los Médici en Florencia. Marsilio Ficino, dedicó su ensayo "De Amore" (1484) a uno de esos miembros de la Academia, el poeta Giovanni Cavalcanti, "Giovanni amico mio perfettisimo" ("Giovanni, mi amigo más perfecto"). Cavalcanti era descendiente de uno de los amigos de Dante y miembro, también de los Fedeli d' Amore, Guido Cavalcanti, al que Aliguieri consideraba "el primero de sus amigos” e incluso le dedicó su "Vida Nueva". Deducimos un más que posible guiño (un parpadeo continuo, diría yo) del alma de ese grupo, Ficino, con su obra "De Amore" a la hermandad filosófico-esotérica. Dato curioso de ese Papa de la familia Médici, es que fue elegido un 11 de Marzo (¡cuántas cosas pasan en esa fecha!) del año 13 del siglo XV. León X, dilapidó los recursos económicos del Vaticano con su opulenta vida y gran parte de la credibilidad de la Iglesia católica. Le atribuyen a esos hechos como la chispa que encendió el protestantismo (oficiosamente, claro). ¿No dicen los academicistas oficiales que los poetas del Dolce Stil Nuovo luchaban contra la corrupción en la Iglesia? (Recordamos las 666 millas náuticas de distancia entre esta Academia de Platón. a las afueras de Florencia, y la Acrópolis de Atenas).
Hemos encontrado vínculos entre las poderosas familias florentinas y esa sociedad esotérica-literaria desde finales del siglo XIII hasta principios del siglo XVI, pero...¿cómo podríamos dar con más claves para encontrar un inicio de esta, anterior en el tiempo? Pues con las miguitas que nos van dejando en las historias que asoman en sus simbólicas fundaciones, fechas cabalísticas y adoraciones comunes camufladas tras los halos del engaño. ¡Ah, y cómo no! A través de investigaciones propias anteriores; que ya vamos los diablos sabiendo más por viejos, que por seguir las versiones académicas oficiales. Veamos esas migas de pan como nos llevan hacia los mendrugos de la historia.
Tenemos una hermandad laica que pretende redirigir las costumbres de la Iglesia corrupta en valores más humanos; pero que en realidad esconde su mensaje tras las palabras y simbolismos. Mediante la lectura de estos escritos, se produce una verbalización de las ideas ocultas, ya sea a través de la métrica cabalística y alegorías de corte astronómicas y mítico-religiosas. Para que lo podamos entender de una forma sencilla, el poeta Boccaccio, leía en lugares públicos los versos de la comedia de Dante. De esa manera, "impulsaba" la magia de la alocución real evocada, pero las aclaraciones posteriores que él transmitía al público evidenciaban la centralidad de los valores cristianos, formaba
Hagamos un inciso aquí sobre la forma poética utilizada por los autores de esta sociedad secreta, parapetados tras el grupo del Dolce Stil Nuovo. Se trata del soneto: 14 versos endecasílabos (11) compuestos por dos cuartetos (4) y dos tercetos (3), posible alusión a los 4 elementos y a la trinidad divina. Fijado por el laureado Petrarca en tierras de la penísula itálica durante el siglo XIV, fue exportado hacia el resto de lenguas de Europa. En castellano fue introducido en el siglo XV por el Marqués de Santillana, el antes mencionado Íñigo López de Mendoza (como ven no damos puntalada sin hilo).
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